Hace unos días, coincidiendo con el Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, se presentó el Informe mundial sobre drogas 2014, donde se analizan las estadísticas de 2012. La conclusión general es que el consumo de drogas se ha estabilizado a nivel mundial, ni cae, ni crece, aunque desde la organización que lo emite apuntan a que hay países asiáticos que han dejado de actualizar sus registros. Los datos recogidos en el informe han sido estudiados por la Oficina de la ONU contra la droga y el delito, cuyo director, Yury Fedotov, apunta a que la solución parte del compromiso de los Estados y la comunidad internacional, siendo necesario contar con un plan de prevención, tratamiento y rehabilitación de las drogas para las personas que sufren las adicciones, y donde la integración social tenga un papel importante.
En cifras, el 7% de la población mundial ha consumido durante 2012 algún tipo de droga ilegal, un dato alarmante, pues supone 324 millones de personas adictas, y no todas pueden acudir a terapias para dejar las drogas. Como consecuencia 183000 personas murieron durante el año del estudio a causa de las adicciones. Curiosamente los autores han señalado que el número es considerablemente menor que el dato arrojado en 2011, con un 13% menos de fallecidos a causas de las drogas. Sin embargo, también se apunta a que el descenso tiene su justificación en la falta de registros, especialmente en Asia.
El consumo de drogas de que se hace eco el informe incluye a las personas adictas, cuyo número se sitúa en 39 millones de individuos; dramas que afectan a familias y que crean circunstancias sumamente alarmantes y preocupantes. Aquí es donde destaca el dato más relevante del estudio: solo uno de cada seis personas adictas a las drogas tiene acceso a terapias de desintoxicación, lo que supone un lastre en los datos e incrementa el sufrimiento de quienes quieren dejar las drogas pero no cuentan con centros de desintoxicación donde recibir terapias para superar el problema.
Los centros de desintoxicación son una puerta abierta a la esperanza para aquellas personas que quieren dejar las drogas. Las terapias de restauración personas de las adicciones siguen planes de integración social, como apuntan desde la organización que elabora el informe, logrando superar las adiciones y dando nuevas oportunidades.
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